domingo, 1 de febrero de 2009

Reflexión


La vida esta llena de momentos buenos y malos, de recuerdo que no nos dejan avanzar a nuevos y mejores momentos.
A veces las personas buscamos la felicidad plena sin entender que la felicidad no existe, vive todos esos momentos especiales que te llenan alegría y son los que debemos disfrutar, y no buscar la perfección de una relación, una familia, unos padres, amigos, entre otras cosas.
Pasamos la vida en busca de cosas que la sociedad impone como regla, y de verdad esas reglas serán las que nos llenaran de momentos gratos de eso que llamamos felicidad, tu como persona te sentirás bien con esas reglas impuesta.
Cuando no logramos encontrarlas nos abocamos a Dios y allí solo allí le pedimos que nos ayude pero el resto de los días no le damos gracias por un bonito amanecer, por permitirnos disfrutar de un nuevo día, bueno o malo, pero vivirlo…..Como dice un Gran Amigo “Dios nos habla y nos acompaña todos los días pero no sabemos sentirlo”, él esta en los árboles, en los animales, en aquellas personas que un día nos piden ayuda y no le tendemos la mano porque es un indigente o un niño de la calle, o sin ir mas lejos un cliente fastidioso, pero esa sonrisa que nos dan en agradecimiento de un gesto de cariño es mas que una señal divina.

Nos abocamos solo a complacer a los demás y a valorar las cosas materiales.

En estas líneas solo los llamo a reflexionar y a valorar todos los momentos que la vida nos brinda, aprender a complacernos a nosotros y no a complacer a los demás y seguir el patrón impuesto por la sociedad.
Agradezcamos a Dios Todos los días por un nuevo día por todas aquellas cosas malas que nos ayudan a madurar y aquellas buenas que nos permiten seguir luchando.
Aprendamos a verlo en la sonrisa de un niño, en una nueva flor que crece en el jardín del vecino, o en la hormiguita que nos acecha para picarnos, allí esta Dios, dale la bienvenida todos los días y las gracias por permitirte estar allí.

“Pensamientos de Mayte”
Ubícate en el Presente: Si logras quitar tu atención del pasado y del futuro, para atender solo lo que sucede en el momento, seguramente te será más natural reconocer los pequeños milagros que ocurren en tu vida.

Detente unos minutos y valora: Muchas veces es la prisa con la que vivimos lo que no nos permite sorprendernos y disfrutar de las pequeñas cosas que suceden para suavizar nuestra existencia. Baja la velocidad de tu actitud y observa a tu alrededor con la mirada de un niño.

Abre tus ojos: No siempre las cosas llegan a nuestras vida de la forma que lo esperamos o lo pedimos; ten la apertura para reconocerlas y asumirlas. Siempre hay un momento y un espacio perfecto para que llegue a nuestra vida lo que deseamos o necesitamos ¡No te Desesperes!”






Agrily Suárez

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