Los lujos en ruinas del hotel Granada, de Maracaibo, cuya estructura data de 1930, “es bastante rescatable”, según revela el estudio que una comisión técnica del Centro de Estudios de Corrosión de la Universidad del Zulia (LUZ) hicieron desde noviembre del año pasado.
“Los importante es que se aboquen todas las instituciones del Gobierno a rescatarlo, porque la inversión que se requiere es cuantiosa”, confesó Miguel Sánchez, jefe del Centro de Corrosión de LUZ, pese a que no supo estimar de cuánta inversión se requiere para el rescate de la edificación, ubicada en la carretera Unión con calle 3Y, de la parroquia Santa Lucía, de Maracaibo.
Agregó que hay que hacer un estudio de cada elemento de la edificación ubicada, para saber cómo se debe rescatar, los materiales que hay que utilizar y mientras más parecido a lo original es más costoso, porque es más difícil de obtener. “Son unos cuantos miles de millones (en la moneda vieja) pero es un sentimiento colectivo el que se rescate y eso no tiene precio. Además la ciudad no cuenta con tantas edificaciones antiguas”, dijo el especialista.
“Lo que está más afectado son las paredes, que son de adobe, no tienen acero por dentro, además todo lo que es hecho en carpintería (marcos, puertas, ventanas) fue robado y es una lástima porque eran piezas muy hermosas. También se hicieron reconstrucciones que no siguieron con el estilo original del hotel”, precisó el ingeniero.
“Los importante es que se aboquen todas las instituciones del Gobierno a rescatarlo, porque la inversión que se requiere es cuantiosa”, confesó Miguel Sánchez, jefe del Centro de Corrosión de LUZ, pese a que no supo estimar de cuánta inversión se requiere para el rescate de la edificación, ubicada en la carretera Unión con calle 3Y, de la parroquia Santa Lucía, de Maracaibo.
Agregó que hay que hacer un estudio de cada elemento de la edificación ubicada, para saber cómo se debe rescatar, los materiales que hay que utilizar y mientras más parecido a lo original es más costoso, porque es más difícil de obtener. “Son unos cuantos miles de millones (en la moneda vieja) pero es un sentimiento colectivo el que se rescate y eso no tiene precio. Además la ciudad no cuenta con tantas edificaciones antiguas”, dijo el especialista.
“Lo que está más afectado son las paredes, que son de adobe, no tienen acero por dentro, además todo lo que es hecho en carpintería (marcos, puertas, ventanas) fue robado y es una lástima porque eran piezas muy hermosas. También se hicieron reconstrucciones que no siguieron con el estilo original del hotel”, precisó el ingeniero.
Yesenia Rincón Castellanos.
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