
En el orden al bate fue el quinto, pero en oportunidades lo hacia como cuarto bate, desplazando al inmortal Roy Campanella, por lo que se constituyo en uno de los primeros artilleros de esa constelación de estrellas que formo ese equipo. Al año siguiente repitió con la misma novena, bateando para 314 puntos. Posteriormente formo parte de los mejores conjuntos: Venezuela en 1947 – 1948, bateando 357, siendo conceptuada su mejor promedio en el profesional, con 51 hits en 148 turnos al bate, dos jonrones y 29 carreras impulsadas; Centauros en 1947 y 1948 y en otros equipos de nuestra Liga de Maracaibo; Magallanes desde 1948 a 1953, cinco temporadas seguidas.
En 1950, al titularse el equipo campeón, lo acompaño a Puerto Rico en la serie del Caribe. En la temporada 1952 – 1953, tuvo el honor de ser el primer profesional en batear un cuadrangular en el parque de la Ciudad Universitaria de Caracas. Fue integrante del poderoso equipo del Pastora en el celebre Campeonato Rotatorio llevado a efecto en la temporada 1953 – 1954, donde su conjunto se titulo. Anteriormente había jugado para el mismo equipo en 1945, en el último torneo jugado en el Estadio del Lago y luego 1951.
Posteriormente jugo con el Espadón y finalizo como jugador profesional con el Centauros en el campeonato 1956 – 1957. Cinco temporadas que bateo sobre los trescientos puntos, lo rodearon de una aureola de figura importante de nuestro béisbol.
Alejandro “Paton” Carrasquel, el primer jugador y lanzador de nuestro país que jugo en Grandes Ligas, conociendo las grandes actitudes de Tarzán Contreras le gestiono un contrato para actuar con los Senadores de Washington, pero lo rechazo alegando: “Si esos gringos quieren que yo juegue con ellos, deben mandarme el bus de los Valles Fríos para poder viajar”.
Esta es una de las innumerables anécdotas de este pintoresco y bohemio jugador marabino, considerado por muchos comentarista deportivos como el jugador mas completo de nuestro béisbol, disparando líneas muy potentes, capaz de destrozar a cualquier tipo de lanzador, con un brazo poderoso y un magnifico corrido de las bases.
Tal vez hubiera sobresalido en las Grandes Ligas de haber comenzado mas joven en el béisbol rentado. Desafortunadamente tuvo una vida disipada, ya que le gusto “tomarse los tragos” desde muy joven, que incidió notablemente en que tuviera una corta carrera dentro de nuestro principal deporte.
En la humilde vivienda situada detrás del Grupo Escolar Pichincha, en la populosa Parroquia Santa Lucia, mejor conocida como “El empedrao” murió el 11 de mayo de 1978, a la edad de 56 años, de un infarto del miocardio.
Sus últimos años los paso al lado de su inseparable hermana Josefina Contreras.
recopilado por Reynaldo Salas.
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