sábado, 20 de junio de 2009

MIGUEL ÁNGEL JUSAYÚ


Antes de su sentida muerte tuvimos el gran honor en la escuela vivero guariya en el empedrao de compartir con MIGUEL ÁNGEL JUSAYÚ.


falleció el escritor y profesor de la cátedra Lenguas Indígenas de la Escuela de Letras de la Universidad del Zulia, Miguel Ángel Jusayu, autor de obras como "Diccionario Sistemático de la Lengua Guajira: guajiro-castellano"; "Morfología de la Lengua Guajira"; "Ni era vaca ni era caballo", editado en castellano, sueco, danés y noruego; “Wane Takujalayaasa”, Kane’wa el árbol que daba sed, entre otros.
entre otros textos.Murió a consecuencia de un paro cardíaco a los 76 años en su residencia ubicada en el barrio San José. A pesar de su edad, no le gustaba sentirse inútil, por ello se conservaba activo a través de sus textos y actividad cultural, que le llevó a afirmar en una oportunidad: "Soy el primer Wayúu ciego que escribe en braile y el primer Wayúu ciego autor de libros que recibe reconocimientos universitarios".
“La gente me decía: “Los Wayúu sirven pa beber chirrinche no más”, y me lastimaban espiritualmente. Miguel Ángel Jusayú nace el 20 de agosto de 1933 en Jiichiwo’ulu Wüinpumuin cerca del Mar Caribe en la Alta Guajira. Dio un giro drástico su vida al enfermar de jóven y quedar ciego, para convertirse en mendigo, de vendedor de cuadros del 5 y 6 en el centro de Maracaibo y de allí en cuenta cuentos, escritor, investigador, profesor y salvaguarda de los valores indígenas. Entre los reconocimientos que ha recibido están el Premio Nacional de Literatura 2006..
Imparte la cátedra Lenguas Indígenas en la Escuela de Letras de la Universidad del Zulia. “Lo que he conseguido ha sido como un milagro”
. “Uno lamenta profundamente la perdida de la vista”.... se trasladó a Caracas durante 6 años, donde a través de la gramática mejoró el castellano y aprendió a manejar la máquina de escribir, lo que para él fue un consuelo muy grande, ser el primer mecanógrafo ciego de la guajira wayuu, el primero que escribe cuentos, eso significó mucho para él. Estos reconocimientos, los diplomas, los títulos, Dr. Honoris Causa, para el wuayuu tenían significado como el del cheque, solo si contenía valor monetario era importante.
Empecé a trabajar desde 1960 la parte lingüística, traducciones, diccionarios bilingües, la parte cuentista, “todos los cuentos que escuché los escribí exactamente”. Ya son 100, cuentos largos, cuentos cortos. Hay quienes se están preocupando por eso. Tiene que haber una escuela como el kindergarten, que aprenda a leer y escribir en su lengua materna, luego el castellano y el inglés.
Todos los cuentos que escuché cantados o contados de otras personas, cuando comencé a escribir a máquina los escribí, luego una persona me dijo: ¿Porqué no escribes cuentos para niños? Yo siempre recuerdo el cuento de El Patito Feo de Hans Christian Hendersen, “me gustaba mucho por que es igual a mí”, siempre me sentí identificado con es ese cuento, pero escribir un cuento es mas difícil que conseguir oro, muy difícil, busca y busca, es muy difícil. Lo que he hecho es copiar los sueños, grabar los sueños, por eso duermo con la máquina de escribir al lado del chinchorro, el grabador, cuando me paro, cuando me despierto, recuerdo el sueño y lo escribo, lo grabo, por que escribir un cuento es más difícil que escarbar oro, por eso escribo lo que sueño.
Fantasmas, malos espíritus, diablo, cualquier anécdota también puede transformarse en un cuento, (contó “arepa con mantequilla”) Para escribir uno debe dormir lo suficiente, no debe haber plaga, no debe haber ruido.





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