El nuevo SER VERDE II

Debemos entender como SERES VERDES, que la vida sobre la Tierra está amenazada. La naturaleza y la sociedad humana están en riesgo de destrucción masiva. Esta situación tiene su origen en las políticas de “desarrollo” que se han venido aplicando de manera generalizada a escala global. Estas políticas han fracasado porque sus fundamentos están equivocados. La humanidad depende de la diversidad del mundo natural para su propia existencia. Una civilización basada en la destrucción de esa diversidad es insustentable. No es aceptable, ni posible, que otras especies sean consideradas prescindibles en la naturaleza. Los recursos materiales de la Tierra son finitos, ponemos en riesgo nuestro futuro si intentamos vivir prescindiendo de esa realidad. Por lo tanto, debemos construir sociedades que garanticen que las próximas generaciones puedan seguir disfrutando de este Planeta y sus recursos.
La Tierra está enferma y su principal signo vital, el ambiente, nos está dando señales muy claras del peligro que corre la humanidad en un lapso de apenas 50 años si no cambia el estilo de vida consumista y asume con responsabilidad el rescate de sus recursos naturales, en especial la restauración de la condiciones atmosféricas afectadas por el calentamiento (efecto invernadero) y la destrucción incesante de la capa de ozono por emanaciones contaminantes provenientes del mundo industrializado y sus grandes urbes.
Frenar la destrucción ambiental es sin duda la prioridad y el reto más importante de la humanidad en estos momentos y más que buscar soluciones técnicas a los problemas de contaminación la respuesta quizás esté en activar una nueva filosofía de vida en nuestra población más joven, en un cambio de principios que le permita ver a la Tierra no como esa gran casa que nos acoge sino como parte de su propia existencia y como la principal garantía de su perpetuidad en el tiempo porque sin ese planeta azul sencillamente no hay vida ni futuro para ninguna especie.
Queremos un mundo verde lleno de vegetación y de vida para todos los seres que habitamos la tierra, y consideramos que esta debe ser una tarea de todos, sin importar raza, credo, religión, ideología política, edad, sexo, clase social o lugar geográfico. Es por eso que continuamente debemos convocar a la unión de esfuerzos en la primordial tarea de salvar a VENEZUELA y al mundo de la destrucción ecológica
Es necesario activar en Venezuela, en el Zulia, en Maracaibo y esencialmente en Santa Lucia, una mayor conciencia ecologista y más si tomamos en cuenta que nuestro país es prácticamente el balcón de la América del Sur, con un inmenso frente costero ubicado en una de las zonas de mayor inestabilidad climática: el mar Caribe.



Una sociedad VERDE o sustentable, debe estar basada en la cooperación voluntaria entre los individuos en un marco democrático, libre de toda discriminación racial, por el color de piel, étnico, religión, nacionalidad, origen social o cualquier otro prejuicio.
El éxito de una sociedad no debe ser medido solamente por meros indicadores económicos, sino que deben tomarse en cuenta los factores que afectan la calidad de vida de la gente: libertades personales, equidad social, salud, felicidad y desarrollo humano.

El nuevo SER VERDE se debe fundamentar en:
Reconocer que los modelos dominantes del consumo y producción humana, basados en el dogma del crecimiento económico a cualquier costo y el uso excesivo, generador de residuos de los recursos naturales sin consideración a la capacidad de carga de la Tierra, ocasionan el deterioro extremo del medio ambiente y la extinción masiva de especies.
Estar conscientes de que la injusticia, el racismo, la pobreza, la ignorancia, la corrupción, el crimen, la violencia, los conflictos armados y la búsqueda de la máxima ganancia a corto plazo son las causas del generalizado sufriendo humano.
Aceptar que el desarrolló de los países mediante la persecución de metas económicas y políticas ha contribuido a la degradación del medio ambiente y de la dignidad humana.
Saber que muchos de los pueblos del mundo y naciones han sido empobrecidos por largos siglos de colonización y explotación, creando una deuda ecológica adeudada por las naciones ricas frente a las que han empobrecido.
Comprometernos a cerrar la brecha entre los ricos y los pobres y en la construcción de una ciudadanía basada en la igualdad de derechos para todos los individuos en todas las esferas de la vida social, económica, política y cultural.Reconocer que sin la igualdad entre hombres y mujeres, no puede lograrse ninguna democracia verdadera.
Preocuparnos por la dignidad de humanidad y el valor del patrimonio cultural, reconocer los derechos de los pueblos indígenas y su contribución al patrimonio común, así como también el derecho de todas las minorías y pueblos oprimidos a su cultura, a su religión, a su vida económica y cultural.


Convencidos de que esa cooperación en vez de la competición es un pre requisito para asegurar la garantía de los derechos humanos de tales como la alimentación nutritiva, el refugio cómodo, la salud, la educación, el trabajo adecuado, la libre expresión, el aire limpio, el agua potable y un medio ambiente natural intacto.
Afirmar la necesidad de los cambios fundamentales en las actitudes de la gente, en sus valores, sus formas de producir y vivir.
Todo SER VERDE debe basarse en los principios de: La sabiduría ecológica, La Justicia Social, La Sostenibilidad, El Respeto de la diversidad y La Productividad Limpia.

Movimiento Ecológico de Venezuela
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