Comunicando

Es lamentable la actuación de algunos amigos periodistas opositores que obviando el código de ética falsean constantemente la verdad sin fundamentarse a un pueblo que requiere de una información veraz.
El periodista se debe fundamentalmente al pueblo, el cual tiene derecho a recibir información veraz, oportuna e integral a través de los medios de comunicación social, reza en el artículo 6, capitulo II del código de ética del periodista venezolano y tristemente se hace lo contrario en contra de un pueblo que es engañado constantemente por los medios impresos y audiovisuales de este país sin que se haga algo al respecto de parte de los órganos gubernamentales pertinentes, se han hecho montajes y escenas audiovisuales falsas que hasta han ganado premios internacionales y que luego se han descubierto como empalmes simulados y aparentes.
En los diarios de gran circulación nacional opositores se lee a diario acusaciones, imputaciones, denuncias, inculpaciones, se señala, se juzga y condena a cualquier persona sin presentar ni tener pruebas de ello, juegan al palangrismo defendiendo intereses neoliberales de la derecha oposicionista.
La crítica situación que se vive ha llegado a un extremo tal que los amigos profesionales de la comunicación social contrarios al gobierno agreden verbal y físicamente a los colegas que trabajan para el estado solo por mantener una posición pagada hasta por el departamento de estado de los Estados Unidos que con sus cadenas de noticias y corresponsales en nuestro país internacionalizan la mentira y la falsedad la cual fabrican en complicidad en contra del gobierno de la republica bolivariana de Venezuela.
Muchos comunicadores trabajan para desestabilizar y son pagados por personas inescrupulosas que a la hora de la chiquita corren, huyen del país como es el caso de todos estos actores politicos que viven tranquilamente en el exterior evadiendo la justicia venezolana.

Mauricio Hernandez