viernes, 17 de abril de 2009

El equilibrio

Mauricio Hernández


Lo blanco y lo negro, la tesis y la antitesis, el día y la noche, lo bueno y lo malo, lo positivo y negativo, lo uno y lo otro, la bondad y la maldad.
Son todos uno, están unidos, donde hay un foco de luz cerca hay un foco de oscuridad, si eliminas uno, eliminas el otro, en pocas palabras van unidos, no se pueden eliminar, si eliminas la luz quedas a oscuras, si eliminas las oscuridad el brillo no te deja ver, pero se puede equilibrar y esa es la idea, nivelar los polos, compensar los extremos.
Si un rayo de luz te ciega entonces refúgiate en la sombra de un árbol, utiliza un paraguas para protegerte, si en la oscuridad no puedes dar un paso, entonces enciende la luz, abre la puerta y permite el paso de la misma para no tropezar.
“Todo lo que pasa es bueno”. Porque siempre trae una enseñanza, de lo malo aprendemos lo que es bueno, de los obstáculos y las piedras en el camino nos ejercitamos y nos educamos para conocer todo lo bueno, las experiencia vividas quedan grabadas en nuestra mente, pero la teoría se olvida.
La sapiencia nos adiestra para obtener la sabiduría como lo indica el misterio del Abraxas, debemos callar al estar presente en un evento, no responder a las emociones, sin reaccionar y estar conciente en el momento para pasar la prueba la cual casi siempre perdemos porque estamos constantemente dormidos en un sonambulismo terrenal, atraído por el materialismo inconsciente.
La síntesis entre el color blanco y el negro es el color gris, La ley del punto exacto, el camino del medio, el filo de la navaja, el eje del peso de los platos de la balanza, el recipiente con la medida exacta de la mezcla que se va a preparar.
Como es arriba es abajo, si estamos dormidos en el día también lo estaremos en la noche, despierta aquí y despertaras allá, lo que se hace aquí se hace allá, el punto máximo de vigilia la laxitud, es el equilibrio u la síntesis entre el dormido y el despierto
Si conocemos la bondad por supuesto es porque ya hemos conocido la maldad, ni te ofrezca, ni te niegue, aprende a reconocer la parte negativa y la positiva, la primera tiene un lenguaje simple y coloquial, la segunda es divina y filosófica.
La concentración es mirar a través del tercer ojo, un punto imaginario en el infinito, esta de por medio para intuir y no pensar, lo mejor es no pensar para que fluya lo que es y debe ser.
El cuerpo físico representa la balanza armónica con sus dos brazos, el izquierdo y el derecho dándonos el equilibrio perfecto para no caer, caemos por el mal manejo y utilización del mismo.

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