miércoles, 6 de enero de 2010


La muerte

Uno se prepara para la vida pero no para la muerte pues nadie quiere morir, pero el cuerpo que tenemos no es eterno es solo un traje que nos han prestado el cual con el tiempo y el uso se va degastando y deteriorando hasta que se rompe y entonces ocurre la muerte física.
Este mundo materialista nos mantiene ocupado y dormido pensando en que vamos hacer mañana para ganarle espacio al tiempo, o atormentado en como reparar el daño que algún día pudimos haber causado y nadie se detiene a mirar el presente, a vivirlo en toda su plenitud, observando los extremos para vivir en el medio, en equilibrio viendo nuestras actuaciones cuando se presentan los eventos de la vida diaria.
Todos debemos morir y cuando nos lo piden se refieren a la muerte sicológica, esa en la que hay que humillarse y bajar la cabeza para aprender a dominarse uno mismo y originar cambios desde lo interno en donde la sapiencia te lleva de la mano hasta la sabiduría en esa transición que se logra con la observación.
La muerte es una parte, un lado de la vida porque los dos forman uno son una unidad, entonces nacemos y morimos durante el desarrollo de nuestras vidas, el apego a ella es la causa en muchos casos de la muerte, porque se convierte en miedo el cual es su enemigo numero uno, si conoces la unidad acepta entonces sus polos, mas conociendo que lo malo cede ante lo bueno y al mal tiempo buena cara, no queda mas que prepararse y darle la bienvenida conscientemente.
No podemos vivir extasiado en alguno de los dos polos porque la vida es movimiento y debemos constantemente rotar entre estas dos puntas pues la cola de la vida es la muerte y viceversa.
No podemos eliminar a uno y dejar al otro pues los dos son uno, si eliminamos uno prescindimos del otro y la existencia es la unidad de la totalidad.
Mauricio Hernández

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