miércoles, 1 de octubre de 2008

A otros con ese cuento

Si se cae el bolígrafo, pierde el trazo y no escribe bien.
Si se cae el frasco de mayonesa ¡Claro esta, se rompe!
¡Se cayó el celular y se le rompió la pantalla!
El estruendo de la explosión resquebrajo el edificio.
La metralla dejo huecos en la pared.

¡Que molleja! pero que no les pasara nada a esas computadoras, después de el bombardeo al campamento improvisado de las FARC con bombas y metrallas, será que son blindadas. Porque internamente sus tarjetas electrónicas no resultaron afectadas después de tremendas explosiones, en donde como parece ser, o como se evidencia todo salio volando de un lado para otro, ni se guindaron, no les entro ni virus, no hubo necesidad de resetearlas. ¡Mondegacion! que marcas son, porque ni estoy loco, ni me estoy chupando el dedo y exijo respeto para las personas. ¿Que se están creyendo que somos?
Estas laptops deben ser especiales pero no tanto, porque deberían hablar y contar la masacre que allí ocurrió con los soldados de las FARC y la gente civil que se encontraba para el momento en ese mismo lugar, ¿que porque estaban allí?, no lo se, lo que si se, es que eran seres con vida y nadie esta autorizado para arrebatarle la vida a otro.
Fueron encontrados cuerpos con tiros por las espaldas y con tiros de gracias, como en su narración revelo la sobreviviente mexicana de ese hecho y que fue abandonada a la buena de DIOS.
Bueno la ley en este plano físico es violada constantemente por el hombre, pero la justicia divina es inquebrantable, el que a hierro mata a hierro muere. No hagas lo que algún día te puedan hacer a ti, ni juzgues para que no seas juzgado, porque ley es ley y tus obras algún día serán llevadas a la balanza y pesadas.
A otros con ese… cuento

Mauricio Hernández

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