domingo, 4 de abril de 2010

El canto del grillo

Se escucha constantemente
Como un clamor, una queja
En toda la base de la oreja
Tenue y sutilmente
Su misticismo brota
Arraigada interiormente
Se oye y esta presente
El silbido de la nota
Reclama nuestra atención
El cuidado, la conciencia
Su digna y noble presencia
Es fuente de comunicación
Es etericamente vital
Atender a su resonancia
Con voluntad y constancia
Para el oído afinar
Con ese intimo encuentro
Del contacto, la invocación
La fluidez de la oracion
Desde lo profundo, de adentro
El pasaje que lleva
Al final del sonido
En busca del ente amigo
Y ese nivel que te eleva
Son los predios del El
Lo llamado a lo interno
El coro dulce y tierno
Que no ves pero te hace ser
La trova que escucha el alma
Y se acentúa en el corazón
Como la afable bendición
Que produce quietud y calma
Traspasa la onda de su voz
Rumbo a la contemplación
Concentrado y en meditación
Instala tu dialogo con DIOS
Surca los planos en largos viaje
Astralmente consciente
Ve y regresa rápidamente
Tan veloz como un visaje


Mauricio Hernandez

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